Siete.
El día 14 de julio se celebra en Francia y en otros lados, el día de la Toma de la Bastilla, un día que celebra la liberación del ciudadano de las fuerzas opresoras.
De la imaginería popular alimentada por los pintores románticos, se puede suponer que había cientos de prisioneros en la famosa prisión, los cuales tras ser liberados pro la horda revolucionaria ondearon las banderas de la libertad a lo largo del Sena, sin embargo no fue así, tan solo 7 prisioneros se mantenían en la cárcel por aquella época.
Poco tiempo después de la toma, se hicieron populares grabados de prisioneros famélicos, casi esqueletos , colmados de cadenas siendo liberados por una multitud frenética. Esto alimentó mas el mito.
La fortaleza del siglo XII había sido una cárcel durante siglos, para la época de LUIS XVI se mantenían allí principalmente a los culpables de conspiración y subversión.
Entre los distinguidos clientes de esta prisión se encuentra Voltaire, quién escribió su obra Edipo mientras estuvo encerrado allí en 1718.
Los siete prisioneros del 14 de julio eran : cuatro ladrones, el conde de Solange (detenido por un delito de tipo sexual) y dos locos (uno de ellos de origen inglés, conocido como Major Whyte, quien se creía Julio César)
Durante el ataque se perdieron cien vidas, incluyendo la del gobernador de la prisión, cuya cabeza fue paseada en una pica por las calles de París.
La guardia de la prisión era un contingente de inválidos , soldados heridos o invalidados, retirados del servicio regular, las condiciones para los prisioneros eran bastante humanitarias, se les permitían visitas y tener mobiliario en las celdas.
Asimismo se les permitía el ingreso de vino, tabaco e incluso mascotas. Jean François Marmontel, interno de 1759 a 1760, escribió: “El vino no es excelente pero es aceptable. No hay postre: tal parece que es necesario privarnos de algo. sin embargo a final de cuentas se cena muy bien en la prisión.”
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