domingo, 7 de agosto de 2011

Botulismo

Entre las bacterias que mas resisten el calor y por tanto sobreviven a los procesos de esterilización, se encuentra la Clostridium botulinum, bacteria que genera una toxina mortal parfa el hombre, causante de la enfermedad conocida como botulismo, el término proviene del latín botulus:embutido’ pues era muy frecuente su ocurrencia por la ingestión de este tipo de alimentos mal preparados. Esta bacteria produce una toxina mortal para el hombre, tal veneno no tiene sabor, ni olor, ni color, por lo cual se aumenta su peligrosidad al no ser detectada fácilmente por nuestros sentidos.


Las conservas

Desde épocas muy remotas el hombre tuvo la necesidad de conservar los alimentos para sobrevivir en las épocas de escasez, así con métodos primitivos fue descubriendo los modos de hacerlo, ya fuera secándolos, ahumándolos, salándolos, o sometiendolos a otros procesos.

Por ejemplo los egipcios conocían las técnicas el salado y el ahumado a la perfección, además de las de momificado( pero esas no eran para consumo posterior). Cuenta Herodoto que el faraón tenía un centauro conservado en miel, dado que la miel jamás se echa a perder.

Los griegos y romanos sabían que las frutas y verduras se conservaban aislandolas del aire. así que las cubrían con cera o resina. Para confitar la fruta usaban miel.
La primera receta de confitura que conocemos se encuentra en la "Historia Natural " de Plinio, escrita a mediados del siglo I de nuestra era.

Las verduras se conservaban en vinagre y en la antigua Grecia se usaba el condimento "Garum" una conserva de pescado puesto en salmuera y fermentado al sol.

En la Edad Media , se utilizaban las conservas de aceitunas metiendolas en salmuera, y se conservaba la fruta poniendola en miel o en el mosto fermentado del vino ( vinagre).

El primero de abril de 1522 Maese Michel de Notre Dame , mas conocido como Nostradamus, doctor en medicina, terminó de escribir su libro sobre las confituras. O conservas de frutas mediante el añadido de azúcar. Nada mal para un alquimista de la época.

Durante los siglos posteriores las técnicas fueron evolucionando hasta que en los inicios del siglo XIX, el francés Nicolas Appert, descubrió que si se hervían los alimentos dentro de frascos totalmente cerrados se prolongaba su duración.

Este hecho fue explicado posteriormente por Luis Pasteur y utilizado ampliamente para la conservación de alimentos.