Los griegos tomaron tal costumbre de celebrar los cumpleaños de los faraones egipcios y las idea de los pasteles de los persas. Luego los primeros cristianos, se lvidaron por un rato de las celebraciones hasta que la costumbre resurgió en Alemania en el siglo XII, costumbre retomada con el añadido de un pastel iluminado por velas, las cuales se retiraban y mantenían encendidas mientras la familia cenaba, luego el festejado podía hacer un deseo el cual se le cumpliría sí y sólo sí
apagaba las velas de un solo soplido.
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