Si bien se cuenta que Epimenides de Creta vivió más de 150 años y Demócrito habría vivido sus 109. No se toma como receta de la larga vida el volverse filósofo, mas bien se recurre a otro tipo
de tratamientos, en partícular los basados en glándulas de animales. Estos se conocen como OPOTERAPIA.
En 1889, el médico Charles Brown-Séquard presentó un tratamiento rejuvenecedor consistente en unas inyecciones que contenían extracto de semen, sangre y testículos pulverizados de perro y cobaya.
Leo Stanley, un médico de la prisión de San Quintín, California, hizo fama en 1918-1920 con sus trasplantes de gónadas de condenados a muerte, pero la escasez de patibularios hizo que para mantener el negocio las sustituyera por testículos de carnero, cabra o venado.
En Francia en 1920-1930 , Sergei Voronoff trasplantaba a su vez glándulas de mono para extender la vida de sus ricos clientes, pero su fama llegó al desastre cuando intentó implantar ovarios de mono en mujeres.
Y En México en el 2000 el investigador Carlos Hank Rohn prepara su propio elixir de la eterna juventud: Una mezcla de tequila, pene de tigre , pene y escrotos de asno, trozos de pene de orangután y algun otro componente secreto, todo esto a fin de extraer los principios vitales de tales animales. Al parecer la fórmula funciona, 19 hijos lo atestiguan, así como un aspecto juvenil a sus 55 añosy una vitalidad y rapacidad infinita. (ca 2011)
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